-Le amo a ella- dejó escapar con un dejo de tristeza en su voz después de escuchar los reclamos,
Una pareja peleaba en el parque, y escuchar esas palabras me hizo
levantar la vista,
Podía ver en la mirada de aquella joven como su corazón se rompía con
cada palabra,
Una sincera lágrima rodó en su mejilla
Guardaba en silencio los momentos que habían compartido,
Que ahora no pertenecían más que a su pasado.
Él tomó sus cosas y se fue, dejándola sentada en la colina,
Llorando.
Fue entonces que caí en la cuenta que Cupido era un MONSTRUO
Un depravado, un esclavo de sus pasiones y un
desalmado que disfrutaba de la tragedia humana. Flechando parejas, provocando
que se desearan intensamente, con el
único propósito de satisfacer los placeres carnales que él mismo no podía
cumplir por experiencia propia
Luego de aburrirse del erotismo humano, flechaba a
alguno de los involucrados con otro participante para alimentarse del dolor del
ahora abandonado.
Todo es un juego para el demonio, el peor de los
demonios, aquel que manipula los
hilos del amor
Un juego para hacer sentido a su propia existencia.
Un juego en el que todos y cada uno de nosotros,
habíamos sido sujetos de estudio para su
experimento de maldad.
No pude evitar sentir lástima por aquella chica con
el corazón roto, después de todo, alguna vez había pasado yo por ahí, pero
haría lo que se hace en esos casos, cuando un desconocido sufre, así que me
encogí de hombros y seguí leyendo mi libro.