Noventa y ocho, Noventa y nueve, cien, listo o no ahí voy…
Terminé de contar y conforme mis manos descubrían mis ojos,
destellos brillantes entraban por mis pupilas, el bosque verde se iba dibujando
frente a mí, voltee a todos lados para descifrar dónde habrías escogido esconderte,
y me dí cuenta que podrían ser miles los lugares
en dónde buscar.
Tomé mi gorra por la visera que se encontraba con dirección
a mi nuca y la llevé hacia mi frente, me llevará años encontrarlo pensé y me
dirigí hacia un sendero que apareció unos cuantos pasos adelante. Cuando ya
llevaba unos 5 minutos buscando, escuché como las hojas se rompían por las
pisadas detrás de mí, me voltee rápidamente ya que pensé que estarías
esperando, pero no era nadie quién estaba detrás.
Te busqué por horas, caminé todo el bosque hasta el
amanecer, y cuando sentí la media noche,
desperté.